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La cabina “aviadora” se descomprimió después de la victoria del pasado domingo cobre Nacional Potosí (3-2), que rompió un maleficio que se convirtió en una soga en el cuello, que se venía soportando desde el pasado torneo y que se amalgamó con las dos primeras fechas del presente campeonato.
En consecuencia, Wilstermann llevaba dos fechas sin conocer victoria que parecían diez (sumando las ocho del anterior campeonato). Peor aún, no poder ganar en Cochabamba era un mal recurrente que se arrastraba incluso desde los oscuros pasillos del descenso de categoría que la “roja” abandonó a tropezones.
Pero ahora la página se volcó, o más bien la volcaron los jugadores que llegaron a intercambiar insultos con la hinchada, justo antes del partido ante Nacional.
O para ser más precisos, la volcó Juan Carlos Paz, por quien pocos apostaron y por quien casi nadie ponía las fichas para convertir los goles que le hacían falta a Wilstermann. Pero Paz hizo dos de los tres.
Así dirigentes, jugadores y cuerpo técnico se tomaron la jornada de lunes para respirar y Wilster volverá hoy a trabajar por la mañana en su complejo de la laguna Alalay (9:30).
“Traíamos una carga desde el anterior torneo y estábamos pagando culpas ajenas, pero ahora volvió la tranquilidad, pero ante todo, la confianza de los jugadores en su trabajo”, explicó Marcelo Carballo, director deportivo del club.
Carballo explicó que su equipo trabajará toda la semana en su complejo. “El miércoles en doble turno y quizás el jueves, si nos prestan la cancha, entrenemos en el principal del estadio”, explicó Carballo, quien contó que ahora el cuerpo técnico y jugadores está confiado en otro triunfo.