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A 32 días de la reanudación de la Copa Libertadores, de acuerdo con el calendario de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y que está sujeto a la evolución de la pandemia del COVID-19 en Sudamérica, y tras cumplir 10 jornadas de encapsulamiento-entrenamiento; Wilstermann registra tres casos confirmados de coronavirus y dos sospechosos. El último positivo detectado en filas aviadoras es Gianakis Suárez.
Los otros, que ya dejaron atrás la enfermedad, son Moisés Villarroel (el primero) y Ramiro Ballivián, quien declaró ayer a los medios que logró superar la patología a pesar del «susto» que sintió en un momento determinado.
En el caso del volante cochabambino, él fue aislado de la concentración aviadora y seguirá la fase de tratamiento para buscar su recuperación. Por haber tenido contacto con ese futbolista, el atacante yungueño Jaime Arrascaita y el portero oriental Hugo Suárez permanecen fuera del cuartel del Imperio Escarlata, en una medida de precaución bajo la sospecha de posiblemente haber contraído el virus; según informó el programa Dosis de Fútbol.
Hace un día, el golero cruceño (campeón con la casaca roja el 2006) le informó a OPINIÓN que no presenta sintomatología del coronavirus y que se siente «muy bien». Mientras tanto, el vigente campeón nacional continúa los entrenamientos en su complejo de Alalay bajo estrictos protocolos de bioseguridad como la desinfección constante de las áreas de trabajo y la toma de temperatura de los jugadores cuando arriban a las instalaciones del Hércules.
Siempre y cuando no existan cambios de último momento por la coyuntura del COVID-19, Wilster jugará el martes 15 de septiembre (18:15) en el estadio Félix Capriles, ante el Atlético Paranaense de Brasil, por la tercera fecha del grupo C, en el torneo de clubes más importante del continente.