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Después de un análisis de los problemas que hubo durante el desarrollo del campeonato Simón Bolívar Nacional B, además de no obtener los resultados que se esperaban, el presidente del comité técnico de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Wilge Lizarazu, prácticamente anunció la muerte del Nacional B, y que la siguiente temporada el torneo volvería a su antiguo sistema regionalizado, con un tiempo de duración de unos tres meses.
“Es tan difícil como imposible que se pueda hacer un torneo con las mismas características del Nacional B, por eso volveríamos a jugar el torneo Simón Bolívar (como se volverá a llamar), porque la Federación ya no tendrá los recursos para solventar este campeonato, que sin temor a equivocarme tuvo un costo de 150 mil dólares, que deberían ser cubiertos por la Federación, la Liga y la ANF, pero la única que está poniendo la plata es el ente federativo, que hasta la fecha tuvo sólo los ingresos que la ANF entregó por los porcentajes de los partidos, tarjetas amarillas y rojas”, explicó Lizarazu.
A fines del año pasado, las críticas al sistema del torneo Nacional B no se dejaron esperar, en principio por ser muy largo, creando un déficit económico y futbolístico en los clubes.
Las bajas recaudaciones en los partidos y la diferencia temporal que existía entre uno y otro cotejo, que llegó a veces a ser hasta tres semanas, fueron las causantes de los problemas en el certamen, que en opinión de varios dirigentes de clubes que participaron en la competición, señalaron que el Nacional B no tuvo el atractivo que esperaban, salvo en esta última fase.
En aquella época los presidentes de los clubes cochabambinos que participaban en el campeonato, Wilstermann y Enrique Happ, además de Oruro Royal, criticaron duramente al sistema de juego.
“Es un campeonato hecho ‘con las patas’; no hay ningún tipo de criterio, no hay orden, lógica, respeto, ni sentido”, dijo en aquella oportunidad Víctor Hugo López, presidente de Wilstermann. “Tenemos que consensuar para encontrar soluciones al Nacional B y que acabe rápido. Mi planilla asciende a más de 10 mil dólares y el dinero nadie me lo regala”, señaló en esa época Edwin Guarayo, presidente de Enrique Happ.
De acuerdo a Lizarazu, parte de estos problemas fueron por culpa de las asociaciones “porque cuando se aprobó el torneo, éste debía desarrollarse en 10 meses, teniendo en cuenta que todos criticaban que cada distrito tiene torneos muy cortos, pero paralelamente deberían haberse jugado los torneos de la primera ‘A’, como lo están haciendo en Cochabamba y Santa Cruz, no como en La Paz y Tarija que jugaron tres meses, pararon tres y volvieron a jugar tres”.
En la siguiente reunión que sostendrán los dirigentes de la ANF para analizar este tema, se definirá el sistema del torneo, que deberá ser analizado en cada una de las asociaciones, pero lo más seguro —según Lizarazu— es que se vuelva al antiguo sistema, es decir a la Copa Simón Bolívar.
“Llegó una carta de Oruro en la que solicitan que se aplique el mismo sistema de 2010. Eso quiere decir, jugando mediante el método regionalizado, con grupos conformados por La Paz, Oruro, Cochabamba; el otro por Pando, Beni, Santa Cruz; y el tercero con Tarija, Chuquisaca y Potosí. Cada grupo clasificará a dos equipos, la segunda fase se la podría acortar y tener un campeonato más corto, pero todo estará en función a la posibilidad económica de cada club”, explicó Lizarazu, a tiempo de explicar que el nuevo sistema y el calendario de la siguiente gestión se lo debe aprobar lo más antes posible para poder programar los partidos.