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Consolidar su gestión administrativa, deportiva y económicamente es el principal objetivo que persigue la nueva dirigencia aviadora, que lleva poco más de un año al frente de Wilstermann.
Por lo menos éste es el norte que señala la cabeza de un club que cumplió este domingo 24 de noviembre 64 años de vida institucional y que renovó su directorio justo después de haber transitado por el infierno del descenso de categoría.
Y es que el triunvirato compuesto por Ángel Campero, Mario Montaño y Gróver Vargas ahora apuesta por una consolidación institucional del club basándose en logros como un título nacional o la participación en torneos internacionales. También pretenden consolidar su patrimonio que pueda proyectar a Wilstermann en el tiempo, sin apuros y con una infraestructura adecuada a las necesidades de su primer plantel y de sus divisiones menores.
“Queremos que este equipo siempre sea respetado en cancha y fuera de ella”, dice el presidente aviador Mario Montaño.
“Nos agrada la estabilidad que hemos logrado en el club. Estamos en buen camino, pero nos falta alcanzar un premio deportivo”, analiza Montaño.
Sin embargo, el titular de Wilster asegura que “la infraestructura y el trabajo con divisiones menores es fundamental para el club, por eso trabajamos en este aspecto”, dice.
Montaño dice también que más allá de los festejos pretenden “que nuestro equipo siempre juegue como un grande, como lo que es. Queremos que la gente nos acompañe siempre”, señala.
Según el vicepresidente de Wilstermann, Gróver Vargas, conducir el club surgió como algo casi inesperado. “Nunca, ninguno de nosotros pensó ser dirigente deportivo, pero ahora estamos aquí con un profundo compromiso”, dice.
“Ahora nuestro principal objetivo es devolverle al cochabambino y al wilstermanista, motivos sólidos para que se sienta orgulloso de su club”, apunta Vargas.
“Uno nunca sabe el futuro, pero queremos dejar un club fuerte. Tenemos que estar todos los wilstermanistas juntos”, finaliza Vargas.
El duro golpe de Campero y el futuro
Wilstermann se vio obligado a transitar este año sin su cabeza principal al frente cuando su presidente, Ángel Campero, estuvo al borde de la muerte tras sufrir una herida de bala en la cabeza, en febrero pasado.
Campero recuperó, según los médicos, de una manera milagrosa por un mes y luego fue trasladado a un centro especializado en Buenos Aires, Argentina, donde permaneció por aproximadamente cuatro meses más.
Al cabo de este tiempo, Ángel volvió a Cochabamba y prefirió no aparecer públicamente.
Sin embargo, su pasión por el aviador ha impedido que esté ausente por mucho tiempo de las canchas. Ahora acude al Capriles para ver a su equipo y en una visita reciente, tras la goleada roja sobre Aurora (4-2), nos confesó que se siente mejor, aunque todavía no lo suficiente como para retomar su ritmo de vida habitual anterior a febrero.
“Estoy bien, me siento feliz porque tenemos un gran equipo. Cómo no estar contento con tan buenos jugadores”, dijo Campero en el camarín norte.
Sobre el futuro manifestó que seguirá apoyando al club, como siempre.
“Espero que sigamos adelante, porque Wilstermann se lo merece. Seguimos soñando con que Wilstermann sea campeón”, apuntó.
Sobre su retorno a la dirigencia activa explicó que, “vamos a estar muy pronto con la gente trabajando. Me siento mucho mejor y vamos a seguir mejorando”.
“El fútbol siempre me fortalece”, indicó.
que bueno verte de nuevo hermano felicidades segui adenlante con tu equipo que mas te gusta ,te mando un fuerte abrazo ,vesos y saludos desde barcelona.
Espero k los jugadores respondan así como lo esta haciendo la dirigencia y los hinchas
GK’s siempre presentes