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La voz al otro lado del teléfono me deja sin aire. Es “Manchón” Rocha, con quien hablé a mediodía, me decía que la cirugía a la que había sido sometido Jorge Panozo había concluido y que las próximas horas eran cruciales. Todos esperanzados en su recuperación.
Pero el corazón le jugó una mala pasada a un gran jugador y amigo, Jorge Panozo Villazón, quien no pudo dar su última gambeta.
Nació en Cochabamba el 9 de diciembre de 1959 y desde muy chico le gustó el fútbol, pero siempre identificado con los colores rojo y azul, por ello se inscribió en las divisiones inferiores del club; por primera vez supo lo que era sentir la roja pegada a la piel en la categoría Pibes.
Fue llevado a la primera división junto a una gran camada de jugadores cochabambinos, donde debutó en 1979 y jugó hasta 1987, cumpliendo 9 temporadas continuas.
La gran virtud de Jorge Panozo es que supo jugar en múltiples posiciones, principalmente como marcador de punta derecho y puntero derecho, pero también lo hizo de centro delantero y volante de contención.
El 8 de mayo del año de 1983 jugó de arquero, porque los Rojos no tenían golero suplente, ya que por duelo familiar no viajó Roger Pérez. Chaco Petrolero ganó por 2 a 1 y Panozo fue la figura del partido, realmente un todoterreno. Los que lo conocen dicen que fue el mayor multifuncional del equipo en la historia de la Liga. Nueve temporadas deportivas consecutivas y dejó el fútbol, vistiendo una sola camiseta, la de la casaca sangre, siendo el rojo su único equipo, y su gran amor.
Por eso hoy sentimos tanto su partida. Descansa en paz querido amigo.