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Wilstermann venció a Guabirá por 2 a 0, pero hay una verdad que no se puede negar: mucho tuvo que ver el gran aliento de los más de 28 mil hinchas que se dieron cita en las graderías del estadio Félix Capriles para aunar esfuerzos en procura de lograr el objetivo de retornar a la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.
Los hinchas sabían que el único resultado que servía era la victoria, porque en el encuentro de ida en el estadio Gilberto Parada de Montero, el domingo anterior, Guabirá ganó por 2 a 0. Así que todos al unísono gritaron, sufrieron y al final disfrutaron de una victoria vital, necesaria, ineludible para mantener vivo el sueño de volver al profesionalismo.
Wilstermann armó un equipo como para pelear el ascenso, pero en citas decisivas como la de anoche, no sólo se precisa de jugadores, de enjundia, de entrega, sino del concurso del jugador # 12, aquel que con sacrificio junta los pesos para adquirir su entrada.
Y así fue. Cuando en el primer tiempo las cosas no salían, el público “rojo” fue el encargado de inclinar la balanza a favor de Wilstermann, para presionar inclusive al árbitro del partido Alejandro Mansilla, que cobró de manera automática algunas faltas “a pedido”.
Tal fue la presión de los fanáticos, que el juez beniano anuló un gol legítimo de Guabirá, antes de llegar a los 40’ del primer tiempo, y cuando el marcador estaba en blanco. Fue una jugada capital, decisiva, que hubiera cambiado el rumbo del encuentro.
Adrián Cuellar anotó ante Machado, pero Mansilla y su juez de línea cobraron un fuera de juego inexistente y una falta anterior.
En Montero, pese a que Wilstermann jugó de visitante, los aproximadamente 500 hinchas “aviadores” también hicieron sentir su presencia ante un público local que lo superaba en número varias veces.
Anoche, se trató de una marea roja, en todo el sentido de la palabra, porque en los últimos 15 minutos y con el 2 a 0 en el bolsillo, las olas inundaron las tribunas.
Pero la hinchada tuvo la virtud no sólo de “achatar” al rival y presionar al árbitro, sino el raro mérito de sacar de sus casillas al director técnico de Wilstermann, Mauricio Soria, a quien desde la preferencia, le pidió cambios y algo más, con palabras de grueso calibre. Esto provocó la reacción de Soria en pleno encuentro y cuando acabaron las acciones. La malla de protección evitó que el encontrón se saliera de control.
Esta nota, que pretende ser un reconocimiento a los sufridos hinchas “aviadores”, no va dirigida a aquellos que desde la cobardía del anonimato encienden sus linternas de rayos laser en contra de los arqueros especialmente y otros jugadores, lanzan petardos y objetos contundentes a los rivales y los jueces, y en estado de ebriedad y en “patota” golpean a todo aquel que se les cruza en el camino.
En Sucre, el miércoles, en el partido final de la serie del ascenso-descenso, Wilstermann, no será local ni tampoco, por supuesto, Guabirá. ¿Extrañarán los jugadores “aviadores” al # 12? ¿Podrán culminar con éxito la empresa de retornar a la Liga? La respuesta se conocerá el miércoles.
Carlos Vargas
Delantero de Wilstermann
Pudimos concretar una victoria importante para nosotros; no nos servía otro resultado. Nos fuimos al frente y marcamos dos goles con los que cerramos el partido
Daniel Garzón
Central de Wilstermann
Fue un partido peleado, luchado desde el principio al final, pero nos teníamos fe para conseguir una victoria. El apoyo de la hinchada fue muy importante para el equipo
Doyle Vaca
Capitán de Guabirá
Hubieron varias situaciones que afectaron el rendimiento del equipo y el transcurso del partido, pero no ponemos excusas, Wilstermann hizo los goles y ganó
Ariel Aragón
Volante de Guabirá
Nuestra intención era cerrar hoy la llave con un empate como mínimo, pero no nos salieron las cosas; nos hicieron un gol al final del tiempo y no pudimos empatar
LOS TÉCNICOS
Soria fue de aquí para allá
La noche de ayer fue todo, menos tranquila para el director técnico de Wilstermann, Mauricio Soria.
El estratega cochabambino prácticamente no tuvo sosiego desde que comenzaron las acciones y hasta que el árbitro Mansilla pitó el fin del encuentro.
Gritó órdenes a sus jugadores, reclamó a todos los jueces, al central, Alejandro Mansilla, al línea y al cuarto, Óscar Maldonado; en un determinado momento, ya con el 2 a 0 a favor de Wilstermann, ingresó a la cancha cuando se produjo un encontronazo en el área defendida por Machado.
De esta eventualidad, salió expulsado Óscar “Pony” Arauz, delantero de Guabirá, que entró en el segundo tiempo.
En la Liga del fútbol profesional, por mucho menos se expulsa a un entrenador, pero anoche, Soria, no fue ni siquiera apercibido por el juez Mansilla. Cosas de un partido tenso, jugado a puro nervio.
Elizeche apunta al árbitro Mansilla
“Este partido lo ganó el árbitro Mansilla: Mansilla 2 Guabirá 0”, gritó a voz en cuello el director técnico de Guabirá, Jacinto Elizeche a la conclusión del partido de anoche por el ascenso-descenso de categoría.
El entrenador paraguayo estuvo reacio a prestar declaraciones a los medios de comunicación, pero ya a la entrada de la manga del camarín, exteriorizó su desacuerdo por el resultado. Principalmente hizo alusión al gol legítimo anulado a Guabirá en el primer tiempo, que hubiera cambiado la historia del partido.
Tal era la bronca de Elizeche, que cuando gritaba el apellido del juez beniano, se confundió con el de uno de sus jugadores, José Padila y entonces dijo: “Padilla 2 Guabirá 0” en vez de Mansilla, el árbitro central.