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Pensar en el dinero con el que vivirá al retirarse de la carrera es algo que el futbolista boliviano no toma en cuenta mientras disfruta su mejor momento en las canchas y genera grandes cantidades de dinero.
Por este motivo el 80 por ciento de los futbolistas que se retira de la carrera en Cochabamba se queda sin dinero asegura el exfutbolista Jhonny Villarroel Delgadillo, que dejó la Liga Profesional del Fútbol Boliviano hace 19 años.
Asegura que esta situación se da porque los jugadores no están bien asesorados y no tienen una preparación académica para poder administrar el dinero que ganan mientras juegan profesionalmente.
El jugador cochabambino que además formó parte de la selección nacional juvenil desde 1975 y fue convocado a la selección nacional mayores en 1980 es uno de los pocos futbolistas que supo distribuir su tiempo entre el deporte y los estudios.
Inició en el fútbol a sus 15 años formando parte del Club Enrique Happ que vendió luego su pase a Wilstermann, el único equipo de la Liga en el que jugó Villarroel.
Al salir del colegio el futbolista ingresó a la carrera de Odontología pero debido a los entrenamientos y concentraciones que debía realizar con el Club Wilstermann y con la selección nacional decidió al sexto semestre cambiarse a la carrera de Administración de Empresas de la cual es egresado.
“Al principio el fútbol fue un obstáculo para realizar una carrera universitaria, pero me pude cambiar a Administración de Empresas donde los horarios eran más cómodos”, recuerda.
NEGOCIO PROPIO
Al dejar el fútbol profesional por su propia voluntad Villarroel decidió aplicar lo aprendido en la Universidad y montó su propio negocio con todo el dinero que había logrado recaudar del fútbol, el Complejo Deportivo Jimmys.
A un inicio el lugar sólo contaba con canchas de raquet, pero desde hace siete años también funciona una piscina olímpica donde se preparan a nadadores que forman parte de la selección cochabambina.
La idea de levantar este negocio del cual el futbolista es el administrador surgió del apoyo que el jugador les quiso dar a sus tres hijos; Jimmy, Monica y Sergio que fueron campeones en esta disciplina.
“Ya no me quise dedicar al fútbol porque hay mucha mafia, prefiero ayudar a los jóvenes en la natación que es lo que me sube más la autoestima”, menciona.
Para Villarroel, uno de los pocos jugadores que ha podido generar buenos ingresos después del fútbol, sin vincularse nuevamente a esa disciplina, la experiencia le ha enseñado que el jugador del balompié debe estar preparado profesionalmente en otra área “aunque sea técnica” para poder mejorar sus contratos, sus relaciones y poder llevar adelante sus propios emprendimientos. “El fútbol no es para siempre y hay que hacer lo posible por estudiar”, señala.
Campeonato para retirados
Unos 200 jugadores retirados que formaron parte de los clubes de la Liga Profesional del Fútbol Boliviano, los que jugaron en clubes de la categoría B y aquellos que no formaron parte de equipos de la Liga continúan jugando esta disciplina en el Campeonato Mutualista que se realiza todos los sábados en las canchas del Club Aurora y el Clup Hípico.
Al menos unos 12 equipos en la categoría A y unos 10 en categoría B forman parte de este campeonato, que tiene el único objetivo de reunir a los exjugadores que todavía cuentan con condiciones físicas para el fútbol y quieren practicar la disciplina.
Ante la falta de una asociación de futbolistas retirados, algunos exjugadores de la Liga Profesional, mayores de 35 años aprovechan este espacio para encontrarse con algunos compañeros y compartir la pasión por este deporte.
Entre algunas de las figuras que sobresalen de este campeonato, que sólo premia con trofeos, están Ronald Campos y Jhonny Villarroel Delgadillo.