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Premonitoria lluvia con frío tipo surazo que acompañó el partido de Wilstermann ayer, no pudo ser más acorde al momento que pasó el “rojo”, todo gris.
La derrota llega en un momento de reconciliación entre los aficionados y su club. Justo cuando el wilstermanista acababa de volver a depositar su confianza en el equipo.
Un día antes, el sábado, el festival gastronómico musical por el “Día del Rojo” superó toda expectativa de la dirigencia.
La gente volteó taquilla en comidas y bebidas; y por si fuese poco se volcó masivamente hasta el paseo de la Independencia para rubricar su lealtad con la compra de un abono.
“Decepcionamos a la gente y justo cuando volvía a creer en nosotros, le pido disculpas”, dijo el técnico Claudio Chacior tras el final del compromiso. Y no pudo ser más certero. Hinchas se fueron con sus recién estrenadas camisetas y abonos en la mano.