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César Rigamonti, que hace uno días cumplió 34 años, sigue a la espera de novedades desde el club Jorge Wilstermann de Bolivia para poder desvincularse de Belgrano y proseguir su carrera en el país vecino.
El guardameta, separado del plantel con la llegada de Alejandro Orfila a la dirección técnica del Pirata, se encuentra entrenando en el sector de juveniles y esperando que su vínculo con el club llegue a su fin.
Esta semana, el club Jorge Wilstermann, que jugará la próxima edición de la Copa Sudamericana que se inicia la próxima semana, fue a la carga para quedarse con los servicios del “Gringo”, quien sería incorporado en el club “Rojo”, a donde llegaría para ser el reemplazante de Arnaldo “Pipo” Giménez, quien era el titular indiscutible del equipo de Cochabamba, pero que será baja al menos por tres meses tras sufrir la ruptura del Tendón de Aquiles.
Desde Bolivia se aseguró que el acuerdo con el jugador estaba cerrado y que solamente restaban detalles para poderlo anunciar oficialmente. Rigamonti llegó a un acuerdo con Belgrano y toda la documentación fue elevada para que la Federación Boliviana y la Conmebol autorizaran la llegada del jugador al equipo boliviano.
Si la autorización no llega, el arquero seguirá ligado a Belgrano hasta el final de su contrato el 30 de junio, fecha en la que quedará en libertad de contratación y con el 100% de la ficha en su poder.
Además de Belgrano, donde hizo inferiores, Rigamonti pasó por Sportivo Belgrano (en segunda división), Banfield, Sarmiento de Junín, Quilmes y Vélez. Tiene más de 150 partidos en su carrera y formó parte del plantel del Celeste que en 2011 logró el ascenso a la Primera División en el Monumental ante River Plate.