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El cochabambino Sebastián Torrico Villca (10 años), más conocido como Sebasgol, comenzó a mostrar sus aptitudes futbolísticas desde muy pequeño.
Tenía 6 cuando empezó su roce deportivo en el kinder Heidi. Luego fue demostrando su talento en la categoría Sub 7 del club Enrique Happ.
Su primera experiencia con la pelota se dio, precisamente, en taller inicial y en los primeros cursos de primaria. Se desenvolvió de manera natural y mostró su talento. Gracias al apoyo de sus papás y su propio desempeño, Sebasgol (Sub 11) marcó 35 tantos. Su cuota para romper el arco le permitió dedicarle cada anotación a su hermana Alice Arleth Chochonita, quien falleció.
Ahora quiere incursionar, también, en el futsal.
Uno de sus sueños es llegar al ámbito profesional del fútbol y jugar en Wilster, el club de sus amores. Otro de sus objetivos es formar parte de la Selección Nacional y enfrentarse a figuras internacionales. Admira al arquero Arnaldo Giménez y al argentino Cristian Chávez, quienes son su “inspiración”.
“No busco la fama, sino la confianza de que puedo llegar”, lanza. Con un tono que denota seriedad, Sebas pide que las autoridades fomenten el deporte en los niños de escasos recursos.
“Hay tantos chicos que desean jugar en las canchas, pero lastimosamente las mismas están con candado”.
Y también se encarga de regalarle un mensaje a sus pares. “No dejen de ser niños y esforzarse para conseguir lo que se proponen. Con optimismo y trabajo se realizan los sueños”.