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El director técnico de Wilstermann, Mauricio Soria, aseguró que “no armó ni desarmó” al plantel aviador que viene disputando el torneo boliviano y la Copa Sudamericana.
Aseguró que cuando se hizo cargo de la dirección técnica, solicitó a la dirigencia la contratación de “cinco jugadores”, pero ya habían dejado varios la entidad por “decisión de los dirigentes”.
Ratificó que “el Rojo no tiene lateral izquierdo” y está probando con Sebastián Reyes y Adriel Fernández para cubrir el espacio que dejaron Juan Pablo Aponte y Óscar Vaca.
“Cuando nosotros nos hicimos cargo, buscamos reemplazar a esos jugadores, pero ya no había. No se quedaron Vaca ni Aponte porque ya tomaron decisiones en el club, no partía de mí”, aseguró Soria en rueda de prensa.
Explicó que el club tenía una lista de jugadores que ya no estaban en carpeta y él luchó para que cuatro de ellos se queden.
“No he pedido explicaciones a la directiva, habrán tenido sus razones para sacar a los jugadores. Ellos han convivido con esos futbolistas, pero habrán tenido algún problema, eso no es cosa mía”, dijo.
Con relación al equipo que terminó disputando el torneo 2020, el único titular que jugó frente al Ceará brasileño, el miércoles, fue Serginho y el resto de sus compañeros son nuevos o alternaban.
“Se quedaron solo cuatro jugadores que eran titulares en el plantel, otro número similar de los que eran alternos y dos fueron contratados para la Libertadores, como son Osorio y Pato Rodríguez”.
Enfatizó que llegaron al plantel cinco jugadores a su solicitud, y otros siete ya habían sido contratados antes de que él tome el mando de la entidad.
El estratega prefirió no dar detalles de los futbolistas que solicitó ni de aquellos que fichó la dirigencia.
Por otra parte, lamentó que en los que va del año se “lesionaron gravemente” cinco jugadores como Paúl Arano, quien se fracturó el quinto metatarsiano; Jorge Ortiz, que tiene problemas con el tendón de Aquiles; Arnaldo Giménez, con el mismo problema; Ronny Montero, se fracturó el Peroné; y Daniel Pérez, quien tiene un esguince de tobillo.
“Yo estoy muy orgulloso del equipo que está jugando en este momento”. Aseguró que tiene un “buen plantel” y solicitó a la afición, prensa y dirigentes un “poco más de tiempo” para consolidar el planteamiento que busca imponer en el equipo. “Wilster no es club al que se pueda llegar y jugar. Debemos tener algo de paciencia con los jugadores contratados. Este plantel llegará a hacer un buen campeonato en el torneo local y la Copa”, aseguró.
El entrenador tiene el propósito de consolidar un sistema de juego probando una “línea de tres, cuatro y cinco en la defensa”, pero esta situación es cuestionada por la afición.
También ratificó que su continuidad en el cargo “está a disposición de la dirigencia” y no quiere sacar un beneficio económico de esta situación ya que “solo cobrará hasta el último día trabajado”.