¡Hola a todos! Queremos recordarles que para seguir manteniendo esta página, contamos con el apoyo de nuestros patrocinadores. Si les interesa alguno de los productos o servicios que ofrecen, les agradeceríamos que visiten sus sitios web a través de los enlaces que tenemos disponibles en nuestra página. ¡Muchas gracias por su apoyo!
El fútbol tiene historias épicas, aunque algunas de ellas guardan un trasfondo dudoso. La que describimos a continuación puede ser fiel reflejo de esta situación:
El 21 de septiembre de 2017, River recibió a Jorge Wilstermann de Bolivia, en el Estadio Monumental de Núñez y por los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.
Los bolivianos habían ganado 3 a 0 en la ida y se preparaban para dar un salto histórico en su vida deportiva. Sin embargo, el River de Gallardo fue quien escribió una página gloriosa en su carpeta, venciendo nada menos que 8 a 0 para clasificar a las semifinales del certamen.
Por entonces, la previa tenía cierta pimienta y un tuit de José Luis Félix Chilavert esbozaba suspicacias: “Justo cambiaron al árbitro. Señores del Wilstermann, tengan los ojos bien abiertos: juegan contra la Conmebol, no contra River”, escribió el exarquero.
Pasó el tiempo, River siguió ganando cosas, pero en ese entonces se puso en marcha una investigación minuciosa que derivó nada menos que en una denuncia penal ante la Justicia Federal. Una denuncia que intenta “descubrir un entramado de mafia y delitos de lesa humanidad”, en el que quedan involucradas las altas esferas del fútbol continental y los entonces presidentes de ambos países, Evo Morales, de Bolivia, y Mauricio Macri, de Argentina, sin distinción política, entre otros políticos y dirigentes.
Así lo indica uno de los que se presentó ante la Justicia, Sergio Parodi, quien ratificó ante El Diario toda la investigación que ahora quedó en manos del juez federal Sebastián Cassanello.
Además de abogado, Parodi es excampeón mundial de fisicoculturismo y desde la década del 90 maneja una ONG que viene luchando contra las drogas y la mafia del deporte. De hecho, fue uno de los que denunció a Diego Maradona y a Julio Grondona por los casos de dóping que supuestamente se ocultaban en AFA, aunque la Justicia por entonces procesó a don Julio y luego dejó todo como estaba.
El Diario pudo hablar en las últimas horas con Parodi, quien ratificó la denuncia contra River y compañía, llevada al Juzgado Federal por un letrado ya conocido en el mundo: Alejandro Sánchez Kalbermatten, el primer denunciante del FIFA Gate, que terminó con varios poderosos presos.
Sin derechos humanos
La presentación judicial no solo se ratificó ante el Juzgado Federal, sino que también se amplió en los últimos días, remarcando una “gravísima violación a los derechos humanos”, con hechos previos que no habían salido a la luz, pero que derivan de la investigación de los profesionales.
En principio, se apunta a un “sufrimiento a las personas de origen boliviano, tanto para los que arribaron a nuestro país como los residentes de la República Argentina”, por “nefandos actos de violencia que encuadran a la perfección en los crímenes de lesa humanidad”.
“El delito se agrava por existir una intencionalidad institucional de humillar al equipo de Jorge Wilstermann por medio de un accionar mafioso y xenófobo, el cual indefectiblemente precisó del encubrimiento de AFA, de la Conmebol y la FIFA”, describe la denuncia, a la que tuvo acceso este medio.
“En otras palabras, el Club Atlético River Plate ideó una estrategia en base a la xenofobia y la llevó adelante mediante un conjunto de acciones, tanto para acoquinar a los jugadores y cuerpo técnico del conjunto rival mediante el ingreso de sus barrabravas (brazo ejecutor) al Hotel Sheraton, como para agredir, con manifiesta servicia, a las personas de origen boliviano que estaban en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para asistir al estadio donde se disputaría el mentado partido de fútbol. Es palmario el accionar xenófobo y racista de esta mafia para obtener el resultado que tanto anhelaban”, agrega el escrito, de 27 páginas.
“Lesionar, amedrentar, con inmensa abyección, a los ciudadanos bolivianos que estaban con el plantel” del Wilstermann, son algunos otros términos que se utilizan en la denuncia.
En ese contexto, se involucra a las fuerzas de seguridad que “otorgaron zona liberada a los mafiosos barrabravas”, mencionando que “sospechosamente se produjo una idéntica situación al partido de vuelta por la final de la Copa Libertadores del año 2018”, ante Boca.
Citando pactos de convenciones internacionales para argumentar la gravedad de la denuncia, los abogados sostienen que hubo un entramado mafioso y actos con severos antecedentes en otras partes del mundo, por lo que fue más allá de un simple partido de fútbol.
En ese sentido, se apunta a “hechos repugnantes” donde quedan a la vista “el desprecio, odio y rechazo hacia personas migrantes provenientes de otras naciones”.
Premeditación
En la presentación judicial se indica que “hubo premeditación, entendiendo que un club de la talla de River no puede perder, bajo ninguna circunstancia, contra un equipo de origen boliviano. Asimismo, existió alevosía, donde se valieron del estado de indefensión de un grupo reducido de hinchas bolivianos para agredir y degradarlos, con un odio ininteligible”.
En ese sentido, en otra parte de la denuncia se argumenta que “hubo, cuanto menos, negligencia (estatal), sumado a otros factores mafiosos que deben urgentemente indagarse”.
“Debe concluirse que al conjunto boliviano lo hicieron perder por medio de la coacción y el amedrentamiento, lo cual, lógicamente, derivó en una clara merma en su rendimiento deportivo, tal como públicamente lo denunciaron las víctimas indefensas (dispuestas a declarar) de este ataque xenófobo y racista, connatural al CARP”, añade el escrito de Parodi y Kalbermatten.
Los letrados piden “llegar a la verdad y de esa manera llegar a una solución que se asemeje al concepto de justicia, marcando un hito en el deporte para darle un mensaje a esta gravilla de delincuentes”.
Junto a Parodi aparecen también como denunciantes Raúl Olivares, arquero de Wilstermann, y el presidente de la institución, Grover Vargas, además del técnico de entonces, Jorge Mosquera.
El abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten, quien patrocina a Parodi, es nada menos que el hombre que destapó la olla en el FIFA Gate.
La denuncia va también contra los políticos, al menos por negligencia. Mauricio Macri, Evo Morales y Patricia Bullrich, entre los apuntados.
“Alguna vez se va a saber la verdad”, dijo hace meses el arquero de Wilstermann, Raúl Olivares.