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El Félix Capriles se tiñó de rojo y azul. Y es que la ocasión así lo ameritaba, ante la despedida de uno de los jugadores que marcó historia con el club: Pochi Chávez, aquel nueve que se tatuó a Wilstermann en la piel y en el corazón.
Llegó ese día que muchos hinchas esperaban. Y a pesar de que no se colmó, los hinchas lograron hacer sentir su cariño a Pochi, quien fue uno de los mejores 9 de los últimos tiempos en el cuadro cochabambino, con dos títulos obtenidos, en 2018 y 2019.
Desde la previa se sintó el cariño hacia su ídolo. Desde su retorno a Cochabamba, los hinchas buscaron fotos, autografos y charlas con el argentino.
Y en este domingo, la figura no cambió, pues la gente asistió al Capriles, con la camiseta del nueve, con banderas, aplausos y un extraordinario recibimiento, ante la caminata del jugador por el gramado de Cala Cala.
El resultado fue lo de menos, a pesar de los más de 18 goles que se marcaron en los dos tiempos, lo realmente agradable para el público fue ver jugar, por última vez, al Pochi en el estadio.
El equipo de Wilstermann estuvo conformado por los habituales jugadores de esta temporada, mientras que el equipo Los Amigos del Pochi tuvo como protagonista al centrocampista argentino, acompañado por Patricio Rodríguez, Gilbert Álvarez, Óscar Vaca, Willian Álvarez, Santiago Echeverría, Marcelo Bergese, Jorge Ortiz y Esteban Orfano, por mencionar algunos.
Una historia llena de alegrías y que se cierra con este partido en el Félix Capriles.