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La de anoche no fue la mejor presentación de Wilstermann escarbando su historial en la Libertadores. Sin embargo, el 2-0 (desde las cabezas de Ricardo Pedriel y Ramiro Ballivián) ante el Colo Colo chileno alcanzó para aplacar el “sabor a poco” del inicio del trámite, cuando el equipo demostró juego colectivo errático en el estadio Félix Capriles.
El estreno del Rojo en el torneo continental, no obstante, se dio con pie derecho. Y aunque bastante tuvo que ver el planteo defensivo que asumió el Cacique trasandino, que desde el principio apeló a hacer tiempo y enfriar el ritmo del juego del dueño de casa, más influyentes resultaron los yungueños Jaime Arrascaita y Ramiro Ballivián, que le imprimieron otra tónica y dinamismo a la propuesta del Hércules cochabambino.
Ambos destrabaron el compromiso ni bien pisaron la cancha, en el complemento. De hecho, a partir de allí la historia fue otra.
En el inicio, Wilster intentó proponer jugadas de ataque, pero que no contaron con la puntada final.
Ni las tentativas de Serginho (el hombre temido por el DT colocolino Gualberto Jara), ni la creación de Cristian el Pochi Chávez, ni los cabezazos de la Chacha Pedriel amenazaron el arco resguardado por Brayan Cortés, el portero chileno que pasó gran parte del encuentro demorando las acciones (se llevó una amarilla por ello).
El juego era lento. Pedriel lo intentó en el minuto 11. Luego de un tiro de esquina lanzado por Serginho, el delantero cruceño le pegó de cabeza al pórtico, pero la pelota no tuvo buena dirección. A los 27, apareció nuevamente el atacante. Sin embargo, volvió a fallarle la puntería.
Paúl Arano, de flojo desempeño, dejó escapar la chance de abrir el marcador, en el minuto 31. Con un disparo carente de potencia, el nuevo refuerzo del Aviador atinó a rematar a las manos de Cortés. Trabajo sencillo para el meta de la visita.
Poco sucedió en la primera parte. La historia cambió en el complemento. El club dirigido por el argentino Cristian Díaz retornó al gramado con un cambio significativo: el hábil Arrascaita en lugar de Arano, este último, criticado desde las tribunas por su actuación.
Once minutos debieron transcurrir para que, por fin, Wilster abriera el marcador. Y ahí sí, la suerte estuvo del lado de Pedriel, que, de cabeza, aprovechó la mala salida del arquero colocolino y colocó la pelota en el fondo de las redes (1-0). Era el tanto necesario de un equipo que cambió la cara ante un rival que se presentó con varias bajar de consideración.
El argentino Esteban Orfano, titular con el que Díaz insiste, le envió un centro a Pedriel, en el minuto 18, y este último disparó con buena dirección al arco. No obstante, Cortés estuvo atento y desvió el trayecto del balón hacia arriba.
A esa altura, el Rojo era superior, aún con falencias persistentes en la definición y en los pases cortos; y también en profundidad.
El dueño de casa siguió yendo en búsqueda de ampliar el marcador, pero sin estar muy fino. En el 42, Serginho, con el pórtico libre de frente, direccionó su remate a las manos del meta de 24 años.
Y cuando todo parecía que iba a acabar con la mínima ventaja para el elenco de Díaz, fue el turno del coripateño Ballivián. El nacido en Los Yungas y gran promotor de la cultura afroboliviana sacó un cabezazo, durante el tiempo de adición, y cerró el estreno con el 2-0, tras una acción que también contó con suerte, pues el testarazo dio en el travesaño y finalizó su curso en las redes, a consecuencia de un rebote milagroso para el Rojo.
Wilster, campeón del torneo Clausura 2019, comparte el grupo C con el derrotado Colo Colo, el Paranaense de Brasil y el Peñarol de Uruguay.
Su próxima incursión se dará el 11 de este mes en la casa del histórico Carbonero charrúa.