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El club Wilstermann solicitó al Servicio Departamental del Deporte (Sedede) no abrir el estadio Félix Capriles a ningún equipo hasta antes del partido por la Copa Sudamericana, para que el escenario no vuelva a sufrir daño alguno.

Wilstermann debe recibir a Guabirá el próximo 10 de marzo, en el partido de ida de primera fase de la Copa Sudamericana,. Con miras a este cotejo el estadio Capriles fue cerrado desde el 7 de febrero para reparar el daño que sufrió el gramado tras que se disputaron dos partidos en medio del campo inundado.
“Como institución hemos solicitado que no se abra a ningún equipo por lo menos hasta el 8 de marzo, para que la cancha esté muy bien recuperada y no exista problemas a futuro”, dijo Renán Quiroga, vicepresidente de Wilstermann, a tiempo de señalar que se espera la llegada de la inspección de la Conmebol la primera semana de marzo.
Entre tanto, el director del Sedede, Giovanny Cossío, aseguró que este lunes se realizará una inspección para ver las condiciones del campo deportivo, pero dejó en claro que lo más importante es el torneo internacional.
“Lo más importante es ver el tema de la Copa Sudamericana, si necesariamente tenemos que seguir trabajando para poner en las condiciones adecuadas la cancha para ese evento, tenemos que ser muy responsables”, aseguró Cossío. Indicó que se reunirán con los cuatro clubes para plantear no abrir el escenario hasta el partido del torneo internacional, de ser necesario.
“Vamos a necesitar el respaldo y apoyo de cada uno de los clubes, siempre considerando de que ese escenario deportivo no podemos estar arreglándolo semana tras semana. Se debe tener un arreglo definitivo que nos pueda permitir ya no paralizar los partidos en el Capriles, sino habilitarlo definitivamente para el resto del Torneo Apertura”, explicó la autoridad.
El estadio Capriles empezó su mantenimiento con miras al encuentro de la Copa Sudamericana en enero pasado, pero las lluvias impidieron que el trabajo se concluya satisfactoriamente.
Las constantes lluvias que se registraron en la previa de los primeros partidos del torneo profesional fueron suficientes para destrozar el campo de juego, motivo por el que se puso en riesgo la aprobación de la Conmebol.
La misión del Sedede, según Cossío, es lograr que el escenario aguante el trajín de dos partidos por fin de semana.
Pero además la autoridad volvió a solicitar a los municipios que trabajen para tener sus escenarios deportivos en óptimas condiciones, para que puedan recibir algunos partidos de la División Profesional y así darle descanso al principal escenario deportivo de Cochabamba.