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Una vez que se conoció que el fútbol tendría una párate y la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) instruyó la prohibición de entrenamientos en grupos en los clubes, una gran parte del equipo de Wilstermann determinó armar maletas y viajar hasta sus tierras natales, para poder pasar la cuarentena impuesta por el Covid-19, junto a sus familias.
Wilstermann entre sus filas tiene a ocho jugadores extranjeros (dos sólo para la Copa Libertadores), de los que se confirmó que Ismael Benegas (Paraguay), Esteban Orfano (Argentina), Serginho (Brasil) y Hugo Borges (Brasil) lograron salir de país antes de que las medidas por el coronavirus sean más radicales.
Entre tanto, los argentinos Marco Torsiglieri, Cristian Chávez; el paraguayo Arnaldo Giménez; y el colombiano Humberto Osorio permanecen en Cochabamba. Incluso el golero Pipo es parte de una campaña denominada “olla común”, que junto a Didí Torrico, darán de comer a las personas de la calle.
Entre los nacionales Hugo Suárez, Juan Pablo Aponte, Carlos Melgar, Jorge Ortiz, Ronny Montero, Ricardo Pedriel, Gilbert Álvarez, Willan Álvarez, Paúl Arano y Moisés Villarroel se encuentran en Santa Cruz; mientras que Jaime Arrascaita está en La Paz. Entre tanto, sobre Alejandro Meleán, Leonel Justiniano, Oscar Vaca y Sebastián Reyes no se pudo confirmar, si lograron salir de la Llajta.
El resto de los jugadores como Didí Torrico, Ramiro Ballivián, Edward Zenteno, Pablo Laredo, Sebastián Galindo, Daniel Pérez, Fabio Sandy, Fabio Díaz y Marcos Rosales, se encuentran en Cochabamba.
El director técnico de Wilstermann, Cristian Díaz, permanece en Cochabamba, aunque los miembros de su cuerpo técnico lograron viajar a Argentina y Uruguay, para pasar este tiempo sin fútbol junto a sus familias.
Todo el trabajo de entrenamiento con los jugadores es virtual.