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La alegría del cuarto ciclo de oro, por buenas campañas y títulos obtenidos, se desvanece ante la grave crisis financiera, moral y deportiva que atraviesa hoy el Club Wilstermann.
“La Marca” se encuentra en el peor estado y alto riesgo en los casi 73 años de historia en el fútbol boliviano, donde es reconocido -por méritos- como uno de los grandes e infaltables.
Lo que parecía una conjetura o exageración, paulatinamente se va convirtiendo en una pesadilla de final incierto e inadmisible.
Jhon Rocabado, socio y seguidor permanente del equipo aviador, hace tiempo desde las RRSS dio la voz de alarma sobre la caótica situación, por la borrachera copera de su presidente Gróver Vargas, que despilfarró -como suyo- el dinero de la entidad.
Con información privilegiada e irrefutable, afirma que el descalabro institucional, por la deuda llamada de “amplio espectro”, por decisiones equivocadas, negligencia, omisión y desaguisados, alcanza a la estratosférica suma de 4.6 millones de dólares, alrededor de 32 millones en moneda nacional.
Creyendo en el amigo y colega del periodismo deportivo, Wilstermann es insalvable en Bolivia, por incondicionales del Club o, peor, por aventureros o entusiastas que sueñan con soluciones que ya ensayaron sin éxito los actuales –pocos- directivos.
No ofrecen más que paliativos, esperando algún milagro o magia que no existen cuando se trata de plata.
Campañas bien intencionadas o alianzas entre posibles aportantes para cubrir el tremendo hueco financiero, prolongará una agonía como la que sufrió San José, otro grande del fútbol boliviano, exprimido hasta su lamentable desaparición.
El salvataje solo puede venir del exterior, con gente empresaria del fútbol, que en un periodo de cinco a diez años administre adecuadamente la marca, para después volver a manos nacionales responsables.
La asamblea del próximo lunes debe tomar decisiones serenas en base al informe de auditoría, sin fanatismo ni promesas o ilusiones, como dice Jhon, dejando a un lado rencillas, vanidades o egos, inclusive por sobre el Estatuto si es necesario, porque sabemos que estos documentos se elaboran de acuerdo a los intereses de los detentadores del poder de turno.
Impotencia, pena, bronca, por lo que hicieron con la marca favorita.
Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO
Periodista deportivo
moisesrevollo@yahoo.es