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Wilstermann se veía venir desde el primer partido… Y vino, fue campeón fuera de cualquier duda o discusión. Algo más, con este título empareja a The Strongest en número de torneos nacionales del profesionalismo con 15 coronas igual que los atigrados. Los rojos siguen haciendo historia para Cochabamba y para Bolivia.

Fue un torneo de tres desde el vamos, los dos gigantes paceños y los aviadores. Salvo algún tropezón menor el Rojo mantuvo lo más importante, coherencia y regularidad.
La vergüenza, un torneo con cosas como esta: Aurora envía un equipo juvenil para enfrentar a Bolívar. Terminado el primer tiempo pierde 5 a 0 y arguye “indisposición fuerte” de sus jugadores para forzar a la suspensión del partido por razones reglamentarias (menos de 7 jugadores en cancha). Sport Boys opta por lo más sencillo, no ir a Potosí a enfrentar a Real Potosí y santas pascuas. Ambos casos debieran conllevar automática pérdida de la categoría. El reglamento -para variar- no especifica nada sobre el primer asunto, por ejemplo la obligación de cada equipo de presentar los 11 titulares y cuando menos cinco suplentes, de lo contrario no puede empezarse el partido. En cuanto a lo de Sport Boys, ahora se esgrime una norma increíble que no sólo le quita la categoría al equipo infractor, sino que les quita los puntos y goles a todos quienes han jugado con ese equipo. Un total disparate reglamentario. ¡Ese es el fútbol profesional boliviano!
43 goleadas en el campeonato marcan diferencias y agravan el perfil de un torneo totalmente desequilibrado, 6 más que en el torneo anterior. Los clubes más goleadores: Bolívar con 9 goleadas a favor, The Strongest 8, San José 6 y Always Ready 5.
Revisemos las goleadas más abultadas: The Strongest 7 Sport Boys 0, San José 7 Destroyers 0, Wilstermann 7 Destroyers 1, Always Ready 6 Destroyers 0, Bolívar 6 Blooming 0, Bolívar 7 Guabirá 2, The Strongest 6 Blooming 1, San José 6 Aurora 1, Nacional Potosí 5 Blooming 0, Bolívar 5 Guabirá 0, Real Potosí 5 Destroyers 0 y Bolívar 5 Aurora 0.
Los clubes grandes que fueron goleados: Blooming siete veces, Oriente una vez y Bolívar una vez. Veamos los goles anotados por cada equipo: Bolívar 74 goles a favor (2,84 por partido), The Strongest 72 (2,76) y San José 62 (2,38). En goles en contra: Destroyers 66 (2,53), Real Potosí 57 (2,19) y Blooming 55 (2,11).
El número de derrotas de los punteros es ilustrativo. El campeón sólo perdió 2 veces y empató 6. El subcampeón perdió 3 veces y empató 6. Lo de The Strongest es la paradoja perfecta. Un torneo muy bien jugado, una expectativa importante para ser campeón y un subcampeonato como corolario. Nada de qué quejarse, salvo que el Tigre sólo puede celebrar si es campeón y, lo increíble, se convierte en poseedor inamovible de un discutible récord, ser el eterno subcampeón. ¡Seis torneos seguidos en el segundo lugar! Es demasiado.
Después de haberse desprendido de Pablo Escobar, volvió a apostar por Mauricio Soria, el temperamental pero eficiente DT que volvió a dirigirlo con acierto. The Strongest es quizás el equipo más regular de la División Profesional. Tiene a un Daniel Vaca (a pesar de su ausencia en algún partido) que es ya leyenda, el veterano Marteli, Sagredo y su calidad cada vez más firme, Wayar y sobre todo Castro el pilar del medio campo, más un Jair que sin ser un dechado de virtudes es un gran goleador. Así, sin más ni menos, los aurinegros están donde están.
No perdió el título porque no pudo alcanzar la punta, pero pudo obtenerlo. Y en los últimos campeonatos tiene a Bolívar como víctima propiciatoria, un empate en la primera rueda y un sonado triunfo que, de nuevo, valió congelar la esperanza del título celeste 3 a 2, cuando estaba con el marcador en contra. Eso sí es celebración pura.